El nuevo ending de Dragon Ball Super es ya una realidad y en su momento os avisábamos de su inminente llegada en Dragon Ball Super: se anuncia el octavo ending. Se acaba de estrenar este pasado domingo 2 de abril para poner punto final al episodio 84 de la serie, cuya reseña podéis leer en Dragon Ball Super: episodio 84, y será el elegido como cierre del resto de episodios que abarcarán el actual arco Uchû Survival hasta finales de junio. El tema musical se llama «Boogie Back» y es interpretado por la joven cantante japonesa Miyu Inoue. El single saldrá en CD a la venta en Japón el miércoles 19 de abril.
Las imágenes que acompañan al tema empiezan con el cruce de dos Bulmas, la que vimos en el primer episodio de Dragon Ball con coleta y lazo rojo que atropella a Goku y la que llevamos viendo durante todo Dragon Ball Super con pelo corto y pañuelo rojo al cuello. Tras ellas, aparece el radar del dragón. Después, vemos de nuevo a la Bulma actual conduciendo un coche y de fondo la acompaña la ciudad en plena noche y sus edificios con las luces encendidas.


Momento para la inquietud. Esto es debido a que en la siguiente escena vemos a Vegeta poniéndose su típica armadura saiyan de combate y a Bulma apoyada en la ventana y mirándole con evidente gesto de preocupación. Es, sin duda, de las mejores imágenes que nos deja el ending y su significado lo dejamos a la libre interpretación de cada uno. Luego aparece Bulma otra vez, pero ahora vemos que se encuentra relajada y distendida. La acompañan Goten y Trunks, los cuales no consiguen dominar a un pulpo y esto arranca una sonrisa a nuestra intrépida protagonista.


De nuevo, momento serio. Entra en escena Goku y le vemos de perfil observando un resplandor o destello que parece que proviene del cielo. Acto seguido, aparece de nuevo Goku acompañado por Gohan y Vegeta, los tres volando hacia la cámara y recibiendo dos ataques energéticos. La secuencia termina con Goku saliendo entre el humo de las explosiones convertido en Super Saiyan Blue.


A continuación, van desfilando una serie de imágenes estáticas exponiendo en cada una diversos personajes en plena acción. Primero Piccolo observando cómo Gohan lanza un Kame Hame Ha, luego Mutenroshi un Mafuba, Ten Shin Han un Kikoho, Krilin un Kienzan, A-17 una barrera, A-18 una ráfaga de ki y, finalmente, Majin Boo que se desmarca de estas instantáneas de lucha y acción y aparece durmiendo recostado sobre una especie de nube gris.


Vuelve la energía y la potencia con Vegeta que aparece en Super Saiyan Blue con los puños cerrados, gritando y desplegando todo su ki. Vemos de nuevo esa nube o humo gris de antes y a Goku de espaldas mirando fijamente a dicha especie de niebla. El ending termina con Bulma abandonando un mueble donde tiene expuestas dos fotografías, una actual en la que aparece con Vegeta y Trunks y otra más antigua con Goku y Krilin cuando los tres eran niños.


Como veis, en este ending tiene especial protagonismo Bulma, como ya sucediera anteriormente con el primer ending de Dragon Ball, «Romantic Ageru Yo», cuyo análisis podéis ver en Dragon Ball: análisis del primer ending. Nos gusta que Dragon Ball Super tenga estos homenajes o guiños y, sobre todo, que nos despierte estos añorados sentimientos de nostalgia. ¿Qué os ha parecido a vosotros este octavo ending?


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