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Dragon Ball Super: episodio 10

En el episodio «¡Muéstralo Goku! ¡El poder de un Super Saiyan God!» de Dragon Ball Super empieza el segundo asalto entre Son Goku en su estado de Super Saiyan God y el Dios de la Destrucción Beerus que, para no dañar el crucero Princess Bulma, inician una pelea aérea en la que Goku le comenta al Dios lo sorprendido que está ante su nuevo poder. En el barco los guerreros Z observan atónitos el devenir de la contienda mientras la banda de Pilaf se infiltra de nuevo con el objetivo de conseguir las dragon balls y acabando, de nuevo, degustando los deliciosos manjares que los cocineros del navío le han preparado a Whiss. Por su parte, Kaiō corre lleno de temor por su planeta al imaginarse que el duelo entre Goku y Beerus pueda destruir el universo, ante lo cual Rō Kaiō Shin le grita a su subordinado impregnado por el mismo temor que este.

Son Goku y Beerus en el episodio no se toman en serio su enfrentamiento, ya que ambos contrincantes observan cómo el saiyan se acostumbra al poder de un Dios. En todo momento, Goku está pasmado ante la fuerza que acaba de obtener que se equipara a la del Dios de la Destrucción contra el que intercambia y esquiva golpes, lo cual ni siquiera un super saiyan de tercer nivel podía hacer. Para medir su nuevo poder, el saiyan criado en la Tierra comprueba la magnitud de su técnica favorita, el Kame Hame Ha, brindando una onda de energía descomunal fruto de su nuevo estado. Aun así, Beerus la esquiva con suma facilidad. En el capítulo, el inicio del combate entre los dos dioses es más bien un mero calentamiento mezclado con diálogo y juegos entre ambos adversarios que una lucha encarnizada. Aun así, este ritmo lento sirve para ver cómo Goku se va adaptando a ser un Super Saiyan God a la vez que su rival le permite que el saiyan se tome su tiempo para habituarse a la fuerza de un Dios. En este sentido, Beerus demuestra su honor como luchador pese a haberse mostrado antes como un ser caprichoso y fácil de irritar.

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Como ya es habitual en Dragon Ball Super, las escenas de humor recaen sobre la banda de Pilaf y sobre Kaiō. Los primeros regresan al barco tras la invocación de Shenron creyendo que las esferas mágicas siguen allí y vuelven a ser seducidos por la comida que abunda en el Princess Bulma, ajenos al combate que está teniendo lugar encima de sus cabezas. En cuanto al Kaiō, aparece fugazmente interactuando con los Kaiō Shin por telepatía para comentar lo peligroso que sería si Beerus libera todo su poder en la lucha que está protagonizando contra Goku. En ambos casos, los dos personajes de aspecto azulado cumplen la función de sostener un patetismo cómico que contrasta con las escenas de acción descafeinada que suceden en la Tierra.

A pesar de que en este episodio de Dragon Ball Super estalla el duelo entre dos dioses, este, probablemente, se intensificará capítulo tras capítulo, ya que Goku aún no ha desplegado todo el poder latente de un Super Saiyan God. La próxima semana llega la undécima entrega de la serie titulada «¡Sigamos Beerus-sama! ¡La Batalla de los Dioses continúa!» en la que sigue el combate entre el Super Saiyan God y el Dios de la Destrucción. ¿Empezará a ponerse seria la lucha? Para averiguarlo, recordad que cada domingo a las nueve de la mañana, hora japonesa, se emite Dragon Ball Super.

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Fuente de las imágenes: JacobYBM

Daniel Marchante

Soy blogger y me apasiona escribir sobre aquello que me impacta en la vida como Dragon Ball, la serie de mi vida de la que he aprendido a ser mejor persona. Por ello, compartiré con vosotros publicaciones en las que plasme mi pasión por Dragon Ball.

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