En el episodio 14 de Dragon Ball Super «¡Este es todo el poder que me queda! ¡La conclusión de la batalla de los dioses!», como su título indica, se da por finalizado el combate entre el Dios de la Destrucción Beerus y Son Goku que ha asimilado en su interior el poder del Super Saiyan God. Los dos púgiles intercambian golpes por última vez en el espacio, en el aire, en el mar y, de nuevo, en la estratosfera terrestre. Para sorpresa de Beerus, la resistencia de Goku es mayor de lo que él creía. En el Princess Bulma, en el planeta Kaiōshinkai y en el hogar de Kaiō, los espectadores de la pelea miran hacia el cielo para no perderse ningún detalle de una lucha que decidirá el destino del universo. Al terminar la batalla de los dioses todos esperan ver si el Dios de la Destrucción hará explotar el planeta donde viven Goku y sus amigos o no.
En su estado de super saiyan que ha absorbido la energía de un Super Saiyan God, Goku está a punto de llegar al límite de sus fuerzas mientras que su contrincante no muestra signos de cansancio. Ambos guerreros se intercambian puñetazos, patadas y ondas de ki con la intención de acabar el eterno combate. Aunque el saiyan criado en la Tierra aguante el ritmo del Dios de la Destrucción, en un momento dado casi pierde el conocimiento debido a la intensidad de la pelea. Al igual que un meteorito, el luchador terrestre desciende del espacio para aterrizar en algún lugar de su planeta. Durante el descenso, Goku piensa en su hogar y en los que viven en él. El amor que siente por proteger a los suyos y al planeta donde se crió reaviva su espíritu de luchador para atacar por enésima vez a Beerus y vencerlo.
El Dios de la Destrucción, sorprendido por el aguante del saiyan, lo embiste con furia hacia el fondo del océano donde continúa el duelo divino. Goku, demostrando que no se rinde ante un desafío, le devuelve el golpe a Beerus que es arrastrado hacia la estratosfera terrestre de nuevo. Decididos ambos en zanjar de una vez la feroz contienda, Goku lanza un poderoso Kame Hame Ha que el Dios de la Destrucción responde con una bola de energía. La colisión entre ambas genera una esfera de ki que Beerus dirige hacia el saiyan criado en la Tierra que, superando sus límites, la detiene para después caer agotado hacia el Princess Bulma donde Vegeta lo coge. Fin del combate. En un gesto impropio para alguien de su altura, el Dios de la Destrucción aparenta dormirse y no cumple con su promesa de hacer desaparecer la Tierra. La paz vuelve a reinar. Mientras Goku reflexiona sobre que él quiere llegar a ser un Super Saiyan God por sus propios meritos y no gracias a la energía de los demás, su hijo le anuncia que Videl está embarazada ante lo que su padre, lleno de alegría, le anima a que Son Gohan coma mucho.
El episodio catorce de Dragon Ball Super da por concluida la batalla de los dioses que zanjaría el primer arco argumental de la serie en el que se reescribe la película Dragon Ball Z: Battle of Gods. La próxima semana se estrenará el capítulo quince titulado «¡El heroico Satan hace un milagro! ¡¡El desafío del espacio exterior!!» que iniciará la saga de Fukkatsu no F en la que contará de otra manera lo ocurrido en el film Dragon Ball Z: Fukkatsu no F. Recordad que Dragon Ball Super se emite a las nueve de la mañana, hora japonesa, cada domingo. ¡No os lo perdáis!
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