El capítulo 55 de Dragon Ball Super titulado «Ey, quiero encontrarme con Son Goku. ¡Una citación de Zen’ô sama!» nos ofrece esta vez un relleno de lo más divertido. Zen’ô sama ha quedado con Goku, quiere verle y lo cita en su hogar. Con esta premisa tan simple comienza este capítulo, en el que descubrimos cosas como que los Dioses de la Destrucción y los Kaiôshins están conectados, y si el Kaiôshin muere el Dios de la Destrucción también. Es por esto que Beerus pide a Whis que acompañe a Goku a casa de los Kaiôshins, para que estos a su vez los teletransporten al mundo de Zen’ô sama. Whis debe tener cuidado de que no ocurra nada con los Kaiôshins. Finalmente es el joven Kaiôshin quien los lleva hasta allí con la teletransportación Kai Kai.
En el mundo de Zen’ô sama son recibidos en primer lugar por el Sumo Sacerdote, uno de los cinco seres más poderosos de todos los universos y al que ni siquiera Whis podría hacer frente. Este nuevo personaje los lleva ante Zen’ô sama, que deja claras sus intenciones a Goku: le ha hecho venir para que sea su amigo y juegue con él. Sin embargo, Goku, que hasta bautiza a Zen’ô sama como Zen-chan, le dice que en este momento no puede porque está ocupado y que en cuanto solucione unos asuntos volverá e incluso le traerá a alguien más apto para jugar con él. Zen’ô sama acepta esperarle y le ofrece un regalo, un aparato con un botón. Si Goku pulsa ese botón Zen’ô sama aparecerá donde quiera que se encuentre el saiyan.
Por otra parte, el capítulo también nos muestra la evolución del aprendiz de Kaiôshin Zamasu, que en el capítulo anterior comenzaba a anidar un odio en su interior que no le dejaba tener un interior en paz. En este episodio mata a un babariano que les atacaba a él y a su mentor Gowasu mientras se encontraban en su tarea de vigilancia. Por supuesto esto no gusta nada a Gowasu, que siente que cada vez el chico tiene un interior más turbio. Sin embargo, Zamasu consigue encontrar la calma, le demuestra que sus convicciones son sinceras, que para él de verdad los mortales no merecen todos los desvelos de los Kaiôshins, que son violentos y eso nunca va a dejar de ser así, y merecen ser exterminados por ello. En Zamasu ya no hay odio ni resentimiento, tan solo un afán desmedido por hacer justicia, su justicia. Para él tan solo observar sin hacer nada es un crimen.
Y esto es básicamente lo que nos cuenta este capítulo. El próximo episodio, de título «¡Revancha con Goku Black! La aparición del Super Saiyan Rose», parece que ya nos mostrará el combate contra Black. ¿Qué ocurrirá finalmente? ¿Lograrán vencer a Black? Y si lo hacen, ¿quién lo logrará, Goku o Vegeta? ¿Quién es Black en realidad y cuáles son sus motivaciones? Todas estas preguntas y muchas más nos serán resueltas a partir del capítulo 56 de Dragon Ball Super. ¡No os lo perdáis!
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