«¡No hagáis enfadar al Dios de la Destrucción! El corazón latente de la fiesta de cumpleaños» es el nuevo episodio de Dragon Ball Super que se centra en la llegada del Dios de la Destrucción Beerus a la fiesta de cumpleaños de Bulma en la que Vegeta se esforzará por contener la ira del Dios. Mientras tanto, Son Goku está pensando si ir tras Beerus que le acaba de derrotar o no. Al igual que en episodios anteriores, el patetismo cómico reaparece para recaer exclusivamente en el príncipe de los saiyans que protagoniza escenas hilarantes que ridiculizan al personaje a la vez que hacen que se mueva en un terreno desconocido. La servidumbre hacia el Dios de la Destrucción tragándose su orgullo de guerrero. El resto de guerreros Z se comportan de forma relajada ante los invitados intergaláctico que dicen ser amigos de Vegeta. Whiss y Beerus se integran en el grupo probando manjares típicos del planeta como el takoyaki que satisface el apetito del caprichoso Dios. Aun así, su buen humor es efímero.
El príncipe de los saiyans al sentir la presencia imponente de Beerus recuerda cómo este humilló a su padre en el planeta Vegeta hace muchos años porque el rey Vegeta no complació al Dios. El miedo que sintió Vegeta de niño le vuelve al cuerpo al reencontrarse con Beerus. Este le pregunta si conoce al Super Saiyan God a lo que el guerrero responde negativamente. Antes de que el Dios decida si destruir o no la Tierra, Bulma invita a los dos extranjeros a su fiesta de cumpleaños a bordo del Princess Bulma. Allí los dos extraterrestres se mezclan con los demás probando el takoyaki y viendo cómo son los saiyans mestizos fruto de la unión de un saiyan y una terrícola como Son Gohan, Son Goten y Trunks. Estos dos últimos juegan por el barco sin percatarse del peligro que acaba de aterrizar en el crucero. Un disparo de agua de Trunks moja un takoyaki que estaba a punto de degustar Beerus haciendo que él entre en cólera. Sin embargo, Vegeta pesca un pulpo gigante y, para sorpresa de todos, revela sus dotes culinarias cocinando takoyakis para evitar así que el Dios pierda los nervios, lo cual consigue durante unos minutos.
La gula puede sembrar el caos. En esta ocasión, el voraz apetito de Boo choca contra los deseos del Dios Beerus por probar un extraño postre llamado pudin. El monstruo rosa en lugar de compartir algún pudin con Beerus y Whiss decide quedárselos todos desencadenando la ira del Dios que inicia un combate contra Buu que apenas puede defenderse ante la fuerza descomunal de Beerus. Este se deshace de él en unos segundos no sin antes sermonearlo por haber sido maleducado con un Dios. Boo ha sido derrotado fácilmente. El contraataque de los demás luchadores comenzará en el siguiente episodio «¡Cómo te atreves a golpear a mi Bulma! ¡¿La transformada furia de Vegeta?!». ¿Alguien podrá contra Beerus? Se verá la próxima semana a las nueve de la mañana hora japonesa. ¡No os lo perdáis!





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