«¡Cómo te atreves a golpear a mi Bulma! ¡¿La transformada furia de Vegeta?!» es el séptimo episodio de Dragon Ball Super y este continua el combate múltiple de los guerreros Z contra el Dios de la Destrucción Beerus que ha entrado en cólera después de que Boo lamiera los últimos pudines de la fiesta de cumpleaños de Bulma en el Princess Bulma. Mientras tanto, Whiss siente placer al saborear distintos tipos de sushi por primera vez retrasando la destrucción de La Tierra por parte del Dios. Ante esta situación, Vegeta está empapado de sudor producido por el terror que siente ante la rabia de Beerus y la inminente destrucción del planeta que, con el tiempo, se ha convertido en su nuevo hogar. El orgulloso príncipe de los saiyans parece un gato asustadizo ante la ira desatada del Dios.
En los descansos de los tres asaltos que dura el combate entre Boo y Beerus, el resto de luchadores decide medir sus fuerzas contra el Dios de la Destrucción desconociendo su verdadera identidad. Los primeros en caer son Piccolo A-18 y Ten Shin Han que son derrotados por una bocanada de aire que les lanza Beerus casi sin esforzarse. Al caer estos tres guerreros, Boo vuelve a la carga demostrando una gran resistencia pese a que vuelve a perder. Al ver la hostilidad del supuesto amigo de Vegeta, su hijo y Son Goten deciden fusionarse y un fanfarrón Gotenks es apaleado por Beerus que lo trata como si fuera un niño malcriado. Ya abatido, Boo arremete de nuevo contra el Dios que lo despacha haciéndole embestir contra Son Gohan que apenas le hace cosquillas al Dios. Nadie puede contra él.
Dende observa el combate y se percata que la energía desprendida por Beerus no es la de un ser normal, ya que, en realidad, es la de un Dios, lo cual le hace entrar en pánico como a Vegeta. Ellos son los dos únicos que perciben la naturaleza divina del Dios. Por su parte, Piccolo analiza la situación llegando a la conclusión de que es inútil luchar contra este oponente porque su poder está a años luz de los de ellos. Whiss, ante la insistencia de Beerus por hacer estallar la Tierra, le pide al cocinero de la parada ambulante de sushi que le empaquete unas piezas de este exquisito manjar para que su amo las pueda degustar tras la desaparición del planeta. Todo está preparado para borrar del universo el hogar de Son Goku y sus amigos cuando una mujer valiente detiene lo que nadie ha podido parar. Bulma le propina una bofetada al Dios de la Destrucción recriminándole que ha estropeado su fiesta de cumpleaños ante lo que este personaje le responde con el mismo gesto dejándola casi inconsciente. Este ataque enciende la ira de Vegeta que por fin demostrará el verdadero poder de un super saiyan tras tenerle un miedo atroz a su rival. Nadie toca a su Bulma. ¿Recibirá su merecido Beerus?
La próxima semana en el capítulo ocho de Dragon Ball Super titulado «¡Goku da un paso adelante! ¿¡La última oportunidad de Beerus-sama!?» se sabrá qué le hará Vegeta al Dios de la Destrucción Beerus así como la reaparición de Goku. Recordad que cada semana Dragon Ball Super se emite cada domingo de nueve a nueve y media en horario de Japón. ¡No os lo perdáis!
Fuente de las imágenes: Jacobybm
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